Los beneficios de una buena organización para equilibrar vida personal y laboral

Sí, todos somos personas muy ocupadas, ¡y quienes trabajan desde casa, más!, dirán algunos. El ordenador sobre la cama, las carpetas con documentos en la cocina, una mesa de trabajo llena de papeles, aparatos y, quizá, tazas a medio beber… Trabajar en casa y compartir un mismo espacio para familia, ocio y vida laboral puede ser un poco caótico y llevarnos a mezclar unas cosas con otras, a no poner límites o a estresarnos más de lo necesario. Cualquier autónomo lo sabe y ahora, cada vez más, también quienes teletrabajan y deben dedicar un rincón de su hogar (permanente o no) a la oficina.

En este entorno, una mala organización puede hacer que nuestro trabajo se ‘entrometa’ en nuestra vida personal y familiar, lo que no solo deteriora las relaciones y nos deja esa sensación de ‘no atender’ a los nuestros adecuadamente, sino que provoca más estrés, pérdida de productividad y de eficiencia. Por el contrario, si nos paramos a pensar para dedicar un tiempo y un lugar a cada cosa ­–tanto documentos, como herramientas como materiales- para que estén organizadas, bien definidos y ordenadas por importancia y prioridad, veremos cómo el tiempo se multiplica. Para que todo fluya más y mejor.

Principales beneficios de una buena organización

Ser organizado significa orden, rutina, control. Nos permite tomar las riendas de nuestra vida laboral y personal, crear espacios para cada cosa y, también nos permite dejar lugar para la flexibilidad. Veamos algunos de los beneficios que conlleva:

• Menos estrés y más salud: La sensación de caos y desorden impacta en nuestra salud mental y aumenta el estrés, lo que puede tener efectos negativos también en nuestra salud física. Si mantenemos una buena organización, por el contrario, podremos fluir y tener espacio para hacer deporte, divertirnos, trabajar de una manera más eficiente… Un círculo virtuoso de bienestar.
• Productividad real: Si cada cosa tiene su lugar, dejaremos de perder el tiempo en buscar ese documento perdido o en reorganizar nuestra agenda por un plazo que habíamos olvidado y podremos maximizar la concentración sin distracciones innecesarias.
• Decisiones afinadas: Al reducir al mínimo el caos a nuestro alrededor, nuestra mente estará más tranquila y podemos tomar mejores decisiones. Y, lo que es mejor: nos aportará más confianza en ellas y podremos ser más asertivos.
• Creatividad al máximo: Aunque pueda parecer que un control excesivo puede limitar la creatividad, la buena organización mejora nuestra claridad mental y nos permite llevarla al siguiente nivel, dejando más espacio para las ideas.
• Menos conflictos: Los olvidos de citas, retrasos en entregas, malentendidos (por una mala organización) nos pueden llevar a discusiones y conflictos. Tener nuestro entorno bien organizado nos ayuda a evitarlos y, más aún, en caso de que surjan, a resolverlos de manera eficiente, empática y racional.

Organizarse es fácil, si sabes cómo

Como decían nuestras abuelas, una habitación ordenada es sinónimo de una mente ordenada. Pero, ¿cómo llevar esta máxima a nuestra vida diaria y que nos deje fluir? Veamos algunos consejos que nos pueden ayudar a lograrlo.

• Limpieza y orden: Un entorno de trabajo limpio ordenado es el primer paso para organizar el resto. Quitar el polvo, vaciar la papelera, vigilar la bandeja de documentos para asegurarnos de que no estamos guardando ninguno inútil y despejar nuestra mesa de objetos inútiles. Después, coloca los objetos que utilices más a menudo de forma que estén accesibles y a mano.
• Fechas y prioridades: Planifica cada semana y cada día, sin olvidar incluir momentos para el relax, deporte, comida y vida familiar. Cuando tenemos claro cuáles son las tareas más importantes y los deadlines de todas ellas podremos organizar nuestro día y nuestra semana.
• Objetivos pequeños y manejables: Si tenemos por delante una tarea grande nos puede parecer inabarcable. Es mucho mejor dividirla en pequeñas metas que podamos ir consiguiendo poco a poco. Esto nos dará la sensación de ‘haber hecho el trabajo’ y evitará la ansiedad.
• Que la tecnología te ayude: No hace falta ser una gran empresa para aplicar técnicas como la automatización de tareas repetitivas (por ejemplo, el envío de informes semanales), la incorporación de aplicaciones digitales para gestionar tareas o la de dispositivos electrónicos que nos ayuden a agilizar nuestro trabajo: comandos por voz, software de inteligencia artificial, impresoras de sobremesa o portátiles, etc.
• Reserva tiempo para el descanso (cada día, por muy ocupado que estés): Ponlos en el horario como una tarea más y realiza pequeños descansos a lo largo de la jornada. Ayudan a centrarse y a concentrarse y, además, te sentirás mejor.

Las impresoras de etiquetas de Brother te pueden ayudar a ser más organizado, imprimiendo en cualquier tamaño, ya sea para cajones, archivadores o pequeñas piezas de material de oficina. El equipo P-touch cube, por ejemplo, tiene unas dimensiones reducidas, así que cabe en cualquier mesa de escritorio, aunque sea en la oficina doméstica.

Ya sabes cómo puede mejorar tu vida una buena organización y cómo lograrlo. Ahora, utiliza todas las herramientas a tu alcance y verás cómo, con Brother, todo fluye mejor en casa.